Si la consola ha entrado en contacto con algún líquido, es posible que haya sufrido daños que afecten a su correcto funcionamiento, por lo que deberás enviárnosla para que la reparemos.

La garantía no cubre daños debidos al contacto con líquidos.

Si la consola se ha mojado o parece estar húmeda, no se podrá reparar, puesto que debe volver a ensamblarse. El coste de dicho proceso es superior al de una consola nueva, por lo que nuestro servicio de reparaciones no puede asumirlo.

Si se dispone de suficientes existencias en el servicio de reparaciones, el usuario recibirá un recambio del producto. En caso contrario, se devolverá la consola al usuario sin que se pueda reparar.

Si el producto o productos no están cubiertos por la garantía que ofrece Nintendo, te enviaremos un correo electrónico para informarte del coste de la reparación y para gestionar el pago antes de proceder con ella.