2. Sonic no sabe nadar
¿Cómo es que un proyecto sin precedentes como Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos llegó a ser tan popular, especialmente en Europa y América4? 4 El número total de ejemplares vendidos para las versiones Wii y Nintendo DS de Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos superó los 10 millones en Europa y Norteamérica. Además, el número total de ventas para las versiones Wii y Nintendo DS de Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Invierno superó los 8 millones de ejemplares en Europa y Norteamérica (a fecha de octubre de 2011).
¡Nosotros nos lo preguntamos con la misma sorpresa! (Risas)
SEGA ya tenía una marcada reputación en la creación de juegos deportivos. ¿Qué creéis que fue el desencadenante de que Mario & Sonic no acabara en el primer juego y se convirtiera en una serie?
Bueno... Hay varios, y algunos no alcanzo a entenderlos, pero creo que el escenario de los Juegos Olímpicos fue un gran factor. Shigeru Miyamoto también habló de esto, pero los mundos de Super Mario y Sonic the Hedgehog no son compatibles al cien por cien, así que juntarlos del todo no habría funcionado.
Pero sí hubo un mundo que trascendía a Mario y a Sonic en forma de Juegos Olímpicos.
Sí. Si surgía algún problema, decíamos: “Pero se trata de las Olimpiadas, así que no pasa nada... ¿A que no?”. (Risas) Si alguien decía: “Mario corre así” o “Sonic corre más rápido”, decíamos: “Bueno, los 100 metros lisos de los Juegos Olímpicos tienen que ser así”, así que evitábamos todo tipo de problemas de esta forma.
SEGA y Nintendo ya llevaban mucho tiempo en negociaciones para que Mario y Sonic compartieran escenario, pero conseguir un emplazamiento aceptable fue siempre un reto. Supongo que los Juegos Olímpicos han sido nuestra salvación.
Es verdad.
En mi opinión, si hay que decidirse entre Mario y Sonic... prefiero a Mario.
¿Estás seguro de lo que dices, Kasahara? (Risas)
(Risas)
A decir verdad, mucha gente piensa lo mismo. No obstante, eso no interfirió en el número de personajes de Super Mario que usamos. Creo que eso es importante. Si aparecían cinco de Super Mario, poníamos cinco de Sonic the Hedgehog. Aunque aparecieran personajes menos conocidos, manteníamos los cinco. Mantuvimos una estricta regla del cincuenta por ciento.
Ya vemos que está muy igualado el tema, sin ningún tipo de tendencia.
Creo que ese es el motivo por el que a los fans de ambas series les gusta. Aunque no creo que esa sea la razón del éxito.
Estoy seguro de que ambos grupos de seguidores fueron tratados por igual. Con los Juegos Olímpicos como emplazamiento y las composiciones y formas de cada grupo de personajes con grandes diferencias, seguro que tuvisteis cantidad de problemas.
Sí, no te quepa la menor duda.
¿Fueron tema de discusión cosas como qué llevaría puesto la Princesa Peach para nadar?
Sí, lo recuerdo. (Risas)
Toda la razón. (Risas) Cosas como: “Mario no se pone bañador para nadar”.
Hay quien pensaría: “¡En mono no se puede nadar!”. (Risas)
Pero en los juegos de Super Mario, nada con el mono puesto, así que, a pesar de que pensábamos que no habría ningún problema, también llegamos a la conclusión de que, al tratase de una prueba deportiva, si no llevaba la indumentaria correcta...
Estaría quebrantando la normativa olímpica.
Sí. (Risas) ¡Pero los personajes animales no podían llevar bañador! ¿Bowser en bañador? Y, por parte de Sonic, todos son animales, así que...
A Yoshi también le quedaría raro el bañador.
Correcto. Cuando creamos el primer juego, el personaje de SEGA más problemático fue Sonic. Se supone que no sabe nadar.
¿Eh? Pero entonces... ¡no podría competir en una prueba de natación!
Y las pruebas acuáticas son una de las atracciones estelares de los Juegos Olímpicos, así que nos atascamos. (Risas) Y lo repasé muchas veces con el supervisor a cargo de Sonic. Yo le decía: “Son los Juegos Olímpicos, quiero que nade”, y él me contestaba: “No, Sonic no sabe nadar, así que no hay discusión posible”. Mi respuesta era: “¡Pero unas Olimpiadas sin natación son inconcebibles!”.
Estabais dando cabezazos.
Sí. Así que dije: “Quiero que nade, como si tengo que recurrir a una tabla flotadora”.
Vaya, ¿una tabla? (Risas) ¿Como las que se usan en las clases de natación para mantenerse a flote y patalear? Pero... ¿para Sonic?
Sí. (Risas) No quedaba muy vistoso, así que terminó nadando con un chaleco salvavidas.
Entiendo. (Risas)
Por eso, cuando Sonic nada, no se moja la cara y la parte superior de su cuerpo aparece flotando.
(Risas) El chaleco salvavidas lo mantiene a flote.
Sí. No sabe nadar, así que prestamos atención a ello mientras creamos el juego.
También ideamos los diseños para Peach y Daisy nadadoras en el primer juego, y se los presentamos a Nintendo, pero por desgracia fueron rechazados.
Pensamos que una vestimenta deportiva normal bastaría, pero después de lanzar el juego a la venta, la gente pensó: “¡Qué raro que no usen bañador para nadar!”.
Así que cuando comenzó el desarrollo de Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos - London 2012, dijimos: “¡Esta vez les pondremos bañadores!”. Y en SEGA me dijeron: “¡Sonic no puede quitarse sus zapatos!”.
Estos personajes no están pensados inicialmente para desempeñar roles deportivos.
Ohashi, ¡qué elocuencia! (Risas)
(Risas)
Sería extraño llevar zapatos puestos con un bañador.
Los personajes no se crearon originalmente para aparecer en los Juegos Olímpicos. Un bañador en un erizo es un poco...
Sí. (Risas) Luego decidimos que solo las chicas llevaran traje de baño. Pero pensamos: “No podemos dejar que lleven ropa de baño retro como de los años 30, ¿cómo deberíamos diseñarla?”. Entonces Nintendo...
Sí. El equipo de supervisión de Nintendo se puso manos a la obra y diseñó los bañadores. Pero, cuando los comparamos a los diseños que SEGA había propuesto cuatro años antes, ¡eran prácticamente los mismos! (Risas)
(Risas)
Los tipos de bañador que les van son realmente limitados.
Así que en este juego llevan los bañadores que debieron haber llevado en el primero.
Sí. (Risas) Dos personajes en cada bando, Peach y Daisy por parte de Mario, y Amy y Blaze por parte de Sonic.
Así que los bañadores también siguen la norma del cincuenta por ciento.
¡Evidentemente! (Risas)