3. El impacto de las palabras de Wiibo

Iwata:

¿Cuándo oíste hablar por primera vez de Wii Fit?

Miyachi:

Si te soy sincero, al principio mi conocimiento al respecto no pasaba de pensar: "Vaya, qué cosas inventan ahora.”

Iwata:

Salió a la venta en diciembre de 2007.

Miyachi:

Así que ya hace casi dos años. La primera vez que fui realmente consciente de la existencia de Wii Fit fue alrededor de octubre o noviembre de 2008. Por aquel entonces el periódico Nikkei quería llevar a cabo un estudio sobre el aumento de peso en las vacaciones de Año Nuevo, y esa fue la primera vez que entré en contacto con Wii Fit.

Iwata:

Es decir, hace menos de un año.

Miyachi:

Hace solo 10 meses que decidí realizar mi propia investigación sobre Wii Fit, pero desde la primera vez que lo probé creo que me sentí estrechamente vinculado al momento.

Iwata:

¿Qué impresión te causó el juego al usarlo por primera vez?

Miyachi:

Me pareció que estaba muy bien pensado.

Iwata:

¿En qué lo notaste?

Miyachi:

No me estaba limitando a investigar, sino que también estaba trabajando con gente que en realidad corría un grave riesgo de contraer una serie de enfermedades relacionadas con el estilo de vida, incluyendo la obesidad, así que tuve multitud de ocasiones para decirles qué clase de ejercicios serían beneficiosos para ellos. En ese momento me di cuenta de cuánta gente hay que, como mencionaste anteriormente, es consciente de que deberían estar haciendo ejercicio pero, por hache o por be, no logran ponerse a ello. Al tener que dirigirme a ellos habitualmente, me preguntaba qué debía decir exactamente, y de qué forma debía expresarme para que mis palabras calasen hondo en ellos.

Iwata:

Ya veo.

Miyachi:

Entonces cuando encendí la consola para iniciar Wii Fit, Wiibo5 dice un montón de cosas como “Hombre, ¿qué tal? ¡Dichosos los ojos!”, “¡Te estás dejando la piel!” o “¿Te vas a poner a estas horas?” 5 Wiibo es el nombre japonés de la Wii Balance Board antropomórfica que aparece en Wii Fit como personaje. Es muy flexible en sus movimientos y ofrece un amplio abanico de consejos al usuario.

Iwata:

Sí, y otras como: “¡Oye, deberías pesarte todos los días a la misma hora!”

Miyachi:

Bueno, decía muchas cosas por el estilo. En realidad lo que dice no difiere mucho de lo que he estado afirmando yo. (Risas)

Iwata Asks
Iwata:

(Risas)

Miyachi:

Pensé: “¡La verdad es que esto está muy bien pensado!" (Risas) Pero supongo que como Wiibo sabe exactamente cuándo, con qué frecuencia y por cuánto tiempo has usado la Balance Board, puede decir lo apropiado en el momento justo.

Iwata:

Así es.

Miyachi:

En lo que a instruir a la gente se refiere, compartimos básicamente la misma regla de oro. Resulta indispensable asesorar a cada persona de forma individual, medir su fuerza, tener en cuenta el tipo de actividad que ha estado realizando y ofrecerle entonces una serie de consejos concretos. En otras palabras, el asesoramiento y el consejo deberían conformar un todo.

Iwata:

Para así orientar adecuadamente a esa persona en particular.

Miyachi:

Con Wii Fit te puedes pesar a diario, medir tu fuerza física o calcular tu edad física, además de registrar el tiempo invertido encima de la Wii Balance Board. En función de los resultados de tal asesoramiento, Wiibo hablaba con el usuario para proporcionarle la información respectiva. Por eso la primera impresión que me produjo Wii Fit fue la de una herramienta que medía la información personal más reciente, además de animar al usuario de una forma personalizada.

Iwata:

Ya veo.

Miyachi:

Ver que podías hacer esas cosas sin la participación de personas de carne y hueso resultó todo un choque para mí. Pensé: "¡Tal vez nadie me necesite más!" (Risas)

Iwata:

No creo que se llegue a esos extremos… (Risas)

Miyachi:

El impacto que causó en mi fue tal que llegué a pensar: “Quizás ya no sean necesarios los instructores como yo..."

Iwata:

No cabe duda de que se seguirán necesitando instructores, pero no es menos cierto que al tener Wii Fit en casa puedes usarlo en cualquier momento. Esto es algo que yo considero extremadamente importante.

Miyachi:

Sí.

Iwata:

Puede que dispongas de muchos centros especializados si vas al gimnasio, y si inviertes el mismo tiempo que pasas con Wii Fit, posiblemente resulte ser un entrenamiento más eficaz. Dicho eso, para ir al gimnasio, cambiarte, hacer ejercicio, ducharte, volverte a cambiar de nuevo y volver a casa necesitas un montón de tiempo en total, comparado con la cantidad de tiempo que pasas entrenando.

Miyachi:

El mero hecho de llegar al gimnasio puede ser todo un fastidio.

Iwata:

Por eso hay quien sigue yendo al gimnasio y quien ha desistido definitivamente. Pero incluso aquellos que han dejado de ir al gimnasio no tienen más que hacerle hueco a la Wii Balance Board en el salón y subirse a ella un rato cada día; en mi opinión es probable que pudiesen convertirlo en costumbre. Si lo vemos de esa forma, creo que Wii Fit desempeña una función realmente interesante.

Iwata Asks
Miyachi:

Creo que tienes razón. Pongamos por ejemplo un padre de barriga ligeramente prominente que no luce tanto como antaño al ponerse el jersey. Como te podrás imaginar, es probable que sienta cierta reticencia a ir al gimnasio y hacer aeróbic o yoga delante de todos. Sin embargo, con Wii Fit lo único que tiene que hacer es un poco de Hula Hoop en pijama antes de irse a la cama. ¿Quién se opondría a tal idea?

Iwata:

¡Eso! (Risas)

Miyachi:

Es más, puedes hacerlo cuando te plazca. El poder hacerlo por la noche o durante tu día libre... Bueno, en mi campo nos referimos a las barreras que siente la gente respecto a la práctica de ejercicio...

Iwata:

Y Wii Fit...

Miyachi:

Consigue reducir considerablemente esas barreras.

Iwata:

Hasta ahora, antes de hacer ejercicio siempre necesitabas aunar fuerzas para superar esas barreras: “¡Venga! ¡Vamos allá!”. Pero según afirmas, con Wii Fit se han logrado rebajar esas barreras.

Miyachi:

En mi campo esto se denomina un “pasito”. Especialmente en el caso de aquellas personas reacias a hacer ejercicio, incluso si les decimos: “Según nuestras investigaciones, ¡deberías estar haciendo esta cantidad de ejercicio!”, responderían a buen seguro: “¡No puedo!”. Por eso es importante conseguir que den el primer paso, sin importar cuán básico sea el ejercicio. En ese sentido, Wii Fit cumple con creces su función de provocar ese “pasito”.

Iwata:

Comprendo.

Miyachi:

Hay un dato que me resultó ciertamente interesante. Cuando investigué el número de personas en Japón inscritas en gimnasios, descubrí que el total ascendía a 2,8 millones. Si añadimos las 800.000 personas que pertenecen a clubes deportivos de natación o tenis, por ejemplo, obtenemos un total de 3,5 millones. Creo que al oír esa cifra, Iwata, comprenderás a dónde quiero llegar. (Risas)

Iwata:

¡Y tanto! (Risas)

Miyachi:

3,5 millones es la cifra aproximada del número de copias de Wii Fit que se han vendido en Japón. Que el número de personas que están pagando por utilizar las instalaciones del gimnasio coincida aproximadamente con el de propietarios de Wii Fit es una estadística que consideré de norme interés, ya que muestra el enorme impacto que ha tenido el juego y lo hondo que ha calado entre la gente...

Iwata:

Hay hogares en donde más de una persona usa Wii Fit.

Miyachi:

Es decir, que hay más gente usando Wii Fit que yendo a gimnasios o clubes deportivos. En mi opinión, la amplia acogida que ha recibido se debe precisamente a que apenas hay barreras.